Veo que mi profesión está abocada al fracaso en pro de una Beneficencia que regresa. Este es el sistema que nos viene y ese es el modelo. Caridad y Beneficencia.
Para los que no saben lo que es, se reduce a que a la persona se la tiene lástima y por ello hay que ayudarla de un modo en el que la autonomía y la capacidad de decisión desaparece, pasando a ser totalmente dependiente de quienes tienen el poder, el dinero u otras capacidades. Restando al necesitado de toda dignidad humana.
Nos quieren tontos y pobres, cuánto más mejor. Este es el modelo. En un sistema, en el que se alaba la caridad y se destierran por completo a la autonomía y al fomento del desarrollo personal, profesional y familiar de cada individuo.
Está bien que nos ayudemos entre nosotros; pero por favor, construyamos cañas de pescar y podremos comer peces todos los días. Y esto pasa por exigir a las autoridades públicas y polÍticas que desplieguen sus competencias para proteger a los ciudadanos: generando trabajo, haciendo política económica productiva y salvaguardando y respetando el sistema de bienestar social: sanidad, educación, pensiones, servicios sociales. Es la única manera de ser libres y autónomos.
Si esas autoridades no lo hacen, y lo hacemos entre nosotros (voluntariado, caridad, donaciones…), no estaremos haciendo otra cosa que poner parches a un problema que se alargará en el tiempo; mientras nos roban la dignidad en pro de la caridad. NO CAIGAMOS EN ESE ERROR.